viernes, 17 de junio de 2011

NARRACIÓN DE UN HECHO HISTÓRICO

INICIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO

Eran las 3 de la mañana de un día completamente negro, donde solo se escuchaba el chillante canto de los grillos y algunos ladridos de perros, todo indicaba que era un pueblo fantasma pues los residentes yacían en sus lechos, solo algunos atrevidos con sus enormes caballos, cruzaban las calles de aquel pequeño pueblo.

De pronto, a la iglesia del pueblo llega una distinguida señora con más miedo que ganas, mas sudada por temor que por la andada; con mano suave y temblorosa llama en la puerta principal e irrumpe el sueño de un hombre semicalvo, con pelos cenizos; al intercambiar palabras el rostro sereno se convierte en una frente arrugada y de expresión consternada.

Desde lo lejos se viene  escuchando, cada vez más fuerte, el galopeo de algunos caballos sobre las piedras de aquella calle, seguidos de un sinfín de ladridos de los guardianes de las casas adineradas. La pareja espera ansiosa la llegada de los jinetes. Cuando éstos se posan frente a ellos, entran en una acalorada conversación entre afirmaciones y negaciones. Todo está tan confuso que parecían animales feroces enjaulados tratando de salir. Hasta que se pone fin a aquel semicírculo q estaban formando con sus pisadas.

El señor con un elegante traje de sargento sella con un apretón de manos con el cura, lo que habían decidido: iniciar una guerra sin precedentes en este lado del planeta. Así fue que uno de los criados se acercó al llamado del padre y al recibir la instrucción corrió casi a volar, rumbo al campanario y con más fuerza de lo habitual  hizo repicar cada una de las enormes masas de acero que estaban a su disposición.  Siguió tocando más campanadas de lo normal y cada sonido anunciaba con gran pasión y ardor el grito “¡libertad!” que tantas veces se había ahogado en el intento.

Pronto comenzaron a llegar varias personas llenas de fe, mujeres con sus largos rebosos, hombres con su ropa de manta y sombreros viejos y maltratados, algunos niños que aún estaban dormitando; la “misa” iba a iniciar, era poco habitual ver al señor cura entrar antes de tiempo y con fachas de civil.

Antes de que la iglesia colonial del pueblo se llenara, el cura Miguel Hidalgo y Costilla, comenzaba su persuasivo discurso en el que decía frases como: “muera el mal gobierno, viva la libertad”; el manto de la virgen de Guadalupe fue su defensa y su ataque, el motor que movilizó la masa enardecida. Pronto los feligreses pasaron de casa en casa animando a quien encontraban a su paso para revelarse, y a aquel que se interponía pronto perecía… cientos de enemigos iban cayendo masacrados sin piedad, no habían suficientes armas de fuego, pero los palos, machetes, y todo instrumento de labranza se cubría de sangre del despiadado español.  

Los principales organizadores estaban sorprendidos por la valentía y sobretodo por la rabia que desprendían los indígenas al luchar; en cada casa encontraban manos dispuestas a luchar, corazones dispuestos a dejar de latir por lograr la libertad…



LA RAZÓN PRINCIPAL DE LA ELECCIÓN DE ESTE HECHO HISTÓRICO ES POR LA IMPORTANCIA QUE TIENE DENTRO DE NUESTRA HISTORIA COMO MEXICANOS; ESTA SITUACIÓN DESENCADENÓ EN NOSOTROS CURIOSIDAD POR SABER MÁS A FONDO LOS SUCESOS OCURRIDOS EN ESTE IMPORTANTE EVENTO, PORQUE NO BASTA SABER LO QUE LOS LIBROS DE TEXTO GRATUITOS NOS DAN A CONOCER.

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